La "villa rustica", como se denomina a este tipo de casas de campo, estaba en un estado de conservación excepcionalmente bueno cuando se excavó. Entre otras cosas, aún se reconocían claramente las chimeneas, un cuarto de baño y numerosos trozos de yeso, que indican que las paredes estaban ricamente decoradas con frescos.

Sin embargo, sin la financiación de la C Verde, el monumento sólo pudo asegurarse y protegerse provisionalmente. Por razones de coste, la casa señorial del siglo I d.C. corría incluso el riesgo de ser rellenada de nuevo. Sólo cuando se integró en el proyecto Green C se abrieron las posibilidades de seguir protegiendo y conservando el monumento.

El reconocimiento de la Villa Fortuna (el nombre procede de una estatua de Fortuna muy bien conservada que también se encontró durante las excavaciones) como parte importante de la C Verde permitió realizar una presentación del monumento.

Se ofrecerá a los visitantes una visión de partes del monumento en tierra. Para ello, se ha construido una estructura protectora, visible desde todos los lados, sobre la zona de los baños con el hipocausto descubierto (calefacción de aire caliente). El resto del monumento arqueológico se ha vuelto a cubrir y se ha hecho visible a los visitantes mediante elementos de diseño. Los paneles informativos ofrecen a los visitantes información más detallada sobre el monumento y su historia.